domingo, 10 de enero de 2010

III. DERROTERO DE NUESTRO COMPROMISO

Nuestra tarea, sobra decirlo, está enmarcada por un programa político de estirpe popular, que se ha desarrollado a lo largo de décadas y por el que hoy asume responsabilidad el PDA frente a los pueblos a los que convoca y a quienes se debe. Creemos que este es el momento de rendirles un homenaje a los luchadores que, alrededor de varios grupos, organizaciones y aún solitarios y desconocidos, originados en distintas vertientes y desde los ámbitos más diversos, tuvieron ideales de resistencia y transformación social por la soberanía, la justicia, la equidad, la libertad y la dignidad, y nos legaron su ejemplo, su lealtad, su experiencia, su verdad, su honestidad a toda prueba, sus frustaciones y también su dolor y sacrificio. Al honrarles en lo individual y colectivo, rescatamos el material del que se hará el futuro, diverso, digno y empecinado en transformar la injusticia y la mentira en libertad y alegría

Con la dificultad que implica el hecho de desarrollarse bajo un régimen tiránico de formas democráticas, ese trabajo se ha cumplido en distintos frentes: sindical, indígena, estudiantil, campesino… Y es dentro de esa perspectiva, donde queremos desarrollar nuestras propuestas y avanzar unidos hacia “un camino por la dignidad de Colombia”.

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