domingo, 10 de enero de 2010

ELECCIÓN, ABSTENCIÓN, REPRESENTACIÓN

Pero en torno a esta elección se presentan algunas inconsistencias. Señalaremos tres de ellas.

La primera, sobre la elección propiamente dicha. Se trata, como lo define la ley, de una “minoría política”, que, como hemos visto, es en realidad una enorme mayoría. Por esa minoría sólo pueden votar los colombianos que residen en el exterior. Aunque se han dado valiosos argumentos a favor de esa tesis, entre nosotros no hay todavía un acuerdo. Quienes sostienen que todo voto es válido, afirman que si para las circunscripciones indígenas y de negritudes puede votar cualquier ciudadano que no pertenezca a dichas etnias, ¿por qué para elegir al representante de los colombianos en el exterior no puede votar cualquiera, sin que importe su sitio de residencia? Entre tanto, quienes afirman que sólo se deben aceptar los votos de quienes estén en el exterior, sostienen que llama a confusión el hecho de que pueda votar por una circunscripción cuya especialidad se afirma sobre el territorio, alguien que viva en Colombia. No creemos que este sea un debate académico, y será necesario volver sobre él dado que hasta el momento sólo hemos llegado a la conclusión unánime de que la residencia del posible candidato deba estar ubicada fuera de Colombia. Por ahora sabemos que en el tarjetón que circulará dentro del país, figurará la cara, el nombre y el número de quien aspire a representar a los colombianos en el exterior, pero que los votos que se depositen por él dentro del país, serán nulos. Dicho en otras palabras, el gobierno induce al error pero sanciona el error. Creemos que ese tipo de inconsistencias deben ser resueltas al comienzo del próximo período legislativo.

La segunda, sobre la abstención. Ya hemos visto que será enorme. Es por lo menos absurdo que el representante de seis millones de personas sea elegido por unos pocos miles de votos. Queremos señalar, siempre con Olga Lucía González, que, dentro de esas cifras, su incidencia en el Congreso es mínima. “¿Existe –pregunta ella– una capacidad organizativa que reúna colectivos y aumente la participación de los migrantes en la vida pública nacional? ¿Puede haber una traducción política de los lazos trasnacionales?”. Y concluye: “Lo principal, creo, es que quienes importan divisas, sostienen el nivel de la balanza de pagos y difunden la cultura colombiana en el resto del mundo, construyan una relación política con su país”. Ahora bien, esa relación no se construye absteniéndose. Se ha convertido en un tópico señalar que un solo voto es inútil, que al candidato no lo eligen los ciudadanos sino las camarillas, que todos los elegidos son iguales: corruptos, vacíos y ausentes. Consideramos que es necesario trabajar sobre esas ideas fijas, para tratar de cambiarlas no sólo con nuestros argumentos sino con nuestra acción. En caso de que nuestro candidato resulte electo, estamos decididos a colaborar con él para sacar adelante su tarea… que es la nuestra. Ese representante será nuestro mandatario, siendo claro para nosotros que el mandatario es quien ejecuta lo ordenado por los mandantes. Quisiéramos que este fuera un argumento de peso en contra de la abstención. En nuestra forma de ver la política, creemos que al depositar su voto, el ciudadano que lo haga llegará, por eso sólo hecho, al Congreso de la República. Y queremos que nuestro candidato sepa que su voz es nuestra voz, y su conducta nuestra conducta. En este caso concreto, esa, también, es su importancia, y ese su compromiso.

Y la tercera, sobre la representación. Aunque hayamos abundado en una única cita, valdría la pena anotar con González que “hasta ahora el discurso que predomina es que [la curul] debe servir para que mejore la situación de los colombianos como inmigrantes. El objetivo es loable pero limitado, pues la política migratoria depende esencialmente de los países de recepción, que además tienen legislaciones muy diferentes… En cambio me parece que esta curul podría servir para incidir sobre los factores que empujan a la gente a salir del país: la falta de oportunidades económicas y la violencia. Pienso que tiene sentido elegir a un representante que trabaje con una bancada que tenga por horizonte cambiar el statu quo”.

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