domingo, 7 de marzo de 2010

Fernando Garavito, el 402 del PDA: ‘Juan Mosca’ para los inmigrantes

Por Camila Márquez. 06/03/2010

El próximo domingo 14 de marzo se realizan los comicios legislativos en Colombia. De las muchas elecciones que se darán, estará la del representante por el Polo Democrático Alternativo (PDA) a la Cámara de Representantes por la Circunscripción Internacional. Sin duda Fernando Garavito, ‘Juan Mosca”, el 402 del tarjetón, es la mejor opción y la decisión más honesta e nteligente por hacer.



Para un periodista reconocido, amenazado porque sus escritos amedrentaron a muchos, exiliado contra su voluntad y crítico de un sistema altamente marcado por la corrupción, la impunidad y la muerte, incursionar en política era algo que no estaba entre sus planes. Pero ocurrió.

Se hallaba en su casa, en Estados Unidos (a donde le tocó llegar y vivir), inmerso en sus escritos, su familia y las clases que dicta en la Universidad. Le llamaron desde el otro lado del continente y le dijeron que inmigrantes de diferentes países estaban pensando seriamente en que él los representara.

Le propusieron ser candidato del Polo Democrático Alternativo (PDA) a la Cámara de Representantes por la Circunscripción Internacional. Y Fernando Garavito, que jamás ha incursionado en política porque huye de los vicios de la politiquería y del protagonismo, aceptó.

Era una buena oportunidad para demostrar que en Colombia es posible hacerlo de manera honesta, solidaria, sencilla y realmente democrática, trascendiendo las opciones convencionales. Además le pidieron ser candidato por el Polo, un partido al que respeta y con el que se identifica.

De allí en adelante las cosas fueron - por así decirlo - fáciles. Construir su plataforma, su programa, fue un trabajo de consenso, de total participación, donde cada uno de los que le apoyan, hicieron planteamientos, críticas y aportes.

Fernando lo leyó todo, no dejó punto fuera, hizo sus propios aportes y en uno de los ejercicios más democráticos vistos en la política, se construyó el programa que ha de cumplir Fernando cuando llegue a la Cámara de Representantes.

LA GIRA, LA OPCION

En sólo tres meses logró lo que ningún otro. Sin un centavo, tan sólo movidos por el afecto, la esperanza de algo diferente y la confianza en ‘Juan Mosca’, los miembros del ‘PDA Fernando Garavito’ empezaron a difundir a Fernando.

Sin necesidad de ningún ardid, se logró que empezaran a sumarse decenas, centenares, miles de simpatizantes, hasta constituirse todo ya no sólo en un grupo que pueda morir en la coyuntura política, sino en algo más trascendente, un Movimiento, un Movimiento Mosca. Porque, en efecto, “hay Mosca para largo”.

Hace pocos días, cristalizada por el Comité Organizador de la Gira del PDA Fernando Garavito, Fernando recorrió varios países europeos. Fueron dos semanas intensas y exigentes. Al no ser un hombre con experiencia en las lides políticas ni en la politiquería y sin ambiciones de poder, el asunto no se planteaba fácil pues debía desempeñarse como un candidato en gira, en campaña.

Pero salió avante porque su carácter directo, sencillo y genuinamente cálido y fraterno, le granjeó la simpatía de muchos, e incluso de aquellos que, aunque respetaban su trabajo y sus opiniones, no se hallaban muy seguros de seguirle y conocerle.

En cada país escuchó a la gente con sinceridad y paciencia, expuso la plataforma y respondió preguntas. Ese recorrido que empezó en Estados Unidos y culminó en Venezuela con una importante entrevista que le hicieron en Telesur (donde una vez más levantó ampollas por sus temerarias denuncias y aseveraciones), es un recorrido que suma a lo ocurrido en Bélgica. Allí tuvo varios encuentros e intervenciones en el Parlamento Europeo, en el que fue recibido y escuchado con respeto y admiración.

Además sostuvo reuniones sencillas y fraternas con colombianos residentes o que se habían desplazado hasta allá simplemente para conocerle; y convirtió lo que inicialmente se había concebido como un debate amable con los otros dos candidatos, en una charla informal y aguda con los asistentes (buscando lanzar un mensaje de unidad del Polo, ‘Juan Mosca’ y su equipo plantearon este escenario, pero sus dos contendientes rechazaron la invitación).

LA MOSCA

Para quienes no lo saben, Fernando Garavito, más conocido como ‘Juan Mosca’, es un periodista que nació hace 65 años en Colombia y que hace ocho se halla radicado en Estados Unidos. Las frecuentes amenazas cernidas sobre él y su familia a raíz sus numerosos escritos en las páginas de ‘El espectador’ (pero fundamentalmente por su libro, ‘Álvaro Uribe, El señor de las sombras’), le obligaron a un exilio del que siempre piensa es constructivo para aprender en carne propia el dolor de los inmigrantes, pero destructivo porque siempre es el huerto a los valores humanos de Colombia.

La trayectoria de Garavito, su vida y su compromiso, permiten confiar en él. No sólo es un nombre, es también un hombre de vida profesional y personal limpia y sin mínima traza de deshonestidad. En Estados Unidos, hace un par de años, la Lannan Foundation le otorgó el premio “Cultural Freedom Award”, por “su trabajo a favor de la democracia y de la libertad, y del respeto a los derechos humanos”.

Fue director y editor de la revista Cromos, de los diarios El Espectador y La Prensa, entre muchos otros medios, y ha publicado varios libros. Ha comentado que su seudónimo de Juan Mosca lo empezó a utilizar para “escapar de las meloserías de los políticos”. Después de más de 30 años de ejercicio es hoy más entrevistado que entrevistador.

De su programa “Camino por la dignidad de Colombia”, hay cosas concretas: reivindicación de los derechos ciudadanos de los inmigrantes, homologación de estudios realizados en Colombia, eliminación del impuesto a las remesas, lucha con la “directiva de la vergüenza”, conversión de los consulados en verdaderos entes que ayuden y protejan al inmigrante. Y muchos otros puntos realistas en cumplir.

A Fernando no le importa ganar o perder, sabe que lo que empezó hace tres meses, trasciende tiempo y coyunturas.

Pero está ahí, aquí, allá, acá, dispuesto a demostrar que tiene la voluntad y la fuerza para cumplir lo que dice que hará y está tranquilo porque sabe que así como entre todos construyeron la plataforma, entre todos contribuirán a cumplirla.

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